«En un lugar de Bilbao de cuyo nombre sí quiero acordarme, unas gentes creían que todos merecemos una segunda oportunidad. Y una tercer… las que hagan falta (…)« Así comienza la historia que empezamos a escribir junto a la Asociación Zubietxe para dar forma a LIBU. Se trata de una librería en el Casco Viejo de Bilbao que gracias a las donaciones de los libros que reciben pueden reinvertir sus beneficios íntegramente en proyectos solidarios dentro de Bizkaia.
Cuando nos propusieron acompañarles en esta aventura sin saber aún si se iba a llevar a cabo, no lo dudamos demasiado. Se trataba de un proyecto apasionante y un nuevo reto para nosotros y para Zubietxe. Era fundamental la elección del local y desde nuestra visión técnica les acompañamos en este proceso de selección. Finalmente, la afortunada fue la lonja de Carnicería Vieja número 7. En esta ubicación hemos estado trabajando intensamente durante a penas tres semanas junto a Hassan y Miguel Ángel entre otros en las obras para la transformación del local.
Si te acercas por allí descubrirás un espacio muy agradable que invita a entrar y curiosear entre sus estanterías esos libros que están esperando ser rescatados. Tiene un rincón de descanso y lectura, casi como el salón de casa, y un espacio pensado para niños, un espacio único y reservado, para que descubran historias de todo tipo.
No sé si algún libro de los que hay allí contará una historia tan especial como la que hemos compartido con todas las personas implicadas en este proyecto. Es cierto que siempre nos volcamos y nos implicamos mucho en todos los proyectos que hacemos… a veces incluso en los que no hacemos. Pero en esta ocasión se respiraba algo más. Nos contagiaban las muchísimas ganas que tenían todas las personas empeñadas en hacerlo realidad. Tenía tantos ingredientes geniales y tantas ilusiones detrás que en la mente de todos estaba el poner todo de nuestra parte para que Libu abriera sus puertas en la fecha prevista.
Han sido unas semanas muy intensas y en el momento de la inauguración, con tanta gente expectante, fuer el momento de tomar conciencia de todo lo que se había conseguido en tan poco tiempo, de la transformación que había sufrido, no sólo el local sino las personas que hemos estado detrás para hacerlo posible. Es increíble el batallón de gente que ha participado directa o indirectamente en ello. Sin la convicción con la que se ha trabajado durante todo el proceso, Libu no hubiera sido posible.
Nos sentimos unos privilegiados por haber podido compartir esta experiencia con todos ellos. Muchas gracias por habernos dejado formar parte de Libu desde sus orígenes.
«Y fueron felices y vendieron muchos libros. FIN»
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