Parece que los procesos participativos y colaborativos son la tendencia actual que han invadido los entornos sociales (dentro y fuera de la red), como tantas otras modas que acaban saturando nuestros oídos. A nada que empieces a prestar un poco de atención en el entorno te darás cuenta de que están impregnándolo todo: campañas publicitarias, reclamos políticos, recursos de comunicación para asociaciones y organizaciones, campañas de marketing…
Sin entrar a valorar si es una moda pasajera o no, y si se hace un uso abusivo de los mismos más por imitación que por convencimiento; podemos afirmar que no es algo nuevo, han existido siempre y surgen como parte de la naturaleza humana y su necesidad de agruparse para enfrentarse a problemas comunes mayores.
En mapa, veíamos importante integrar esta forma de organización a la hora de enfrenarse a determinados proyectos, y como filosofía más allá de la arquitectura, buscando siempre la oportunidad de reunirnos y asociarnos, de una manera más o menos informal, en determinados momentos con otros profesionales de nuestro sector y sobre todo de otros sectores diferentes. Al fin y al cabo los procesos participativos pueden suceder en escalas y complejidades muy diversas.
Siguiendo con la filosofía de echar una mano allí donde podamos aportar algo y hablando con Bilbao Ekintza surgió la oportunidad de organizar una jornada de «Kafesarean» (desayunos de networking entre empresas apoyadas por Bilbao Ekintza) en torno a los procesos participativos. Como siempre, nos lo hemos tomado como un reto y hemos aprovechado la ocasión para profundizar en un tema que nos apasiona y del que estamos convencidos que todavía dará que hablar.
Está claro que que las tecnologías de la información y la comunicación han favorecido la popularización de los procesos participativos, rompiendo los límites geográficos, permitiendo de este modo extender estos procesos según otros criterios más lógicos en algunos casos, como las afinidades, ideologías, gustos, sensibilidades, edad…
Teniendo los medios adecuados, y con una creciente necesidad de sentirse partícipe de algo más grande, de poder lanzar un mensaje al mundo, de descubrir que la inteligencia colectiva (suma de microconocimientos compartidos) alcanza una dimensión a veces insospechada, se va creando el caldo de cultivo en el que nos encontramos hoy en día.
Está claro que los movimientos que implican a la gente, dónde se les da voz, donde se aúnan fuerzas, van cobrando fuerza en nuestra sociedad. Quizás el ámbito en el que se nota un crecimiento mayor sea en los procesos participativos transferidos al espacio público, es lo que en algunos casos se ha llegado a denominar «microurbanismo«.
Son movimientos en los que se crea un fuerte sentido de pertenenecia y que consiguen ofrecer una respuesta a medida para los problemas que surgen en un entorno concreto. Quizás en muchas ocasiones estas soluciones no signifiquen crear una «buena arquitectura», pero sí que será una arquitectura adecuada, útil y práctica, una arquitectura al servicio de la sociedad.
Es cierto que el centrarse únicamente en un problema concreto dentro de un sistema más complejo corre el riesgo de perder la visión global que suelen aportar los arquitectos y urbanistas. Pueden producirse soluciones cerradas que únicamente dialoguen con el entorno inmediato y que no tengan una relación con la ciudad más allá del ámbito de intervención. Para evitar este problema, los encargados de dinamizar los procesos participativos tienen que ser capaces de aportar una visión global para conseguir que las propuestas armonicen con todo el conjunto.
Se está avanzando mucho en este campo, y cada vez existen mayor número de profesionales y empresas especialistas en promover y organizar este tipo de procesos. El reto a partir de ahora es el conseguir integrar esta forma de organización y toma de decisiones consensuadas en el día a día, en crear hábitos en las personas que consigan trasladarse a las empresas, política, comunidades, organizaciones…
A partir de ahora esperamos poder seguir compartiendo algunos artículos relacionados con el tema, sobre todo a partir de la experiencia de muchos otros que nos llevan la delantera en estas cuestiones y de las conclusiones que vamos observando en nuestro entorno social y profesional.
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